
Una pieza clave en la serie El Botijo Cuántico, y que encarna visualmente la teoría general de la relatividad de Einstein.
Su forma y diseño representan la curvatura del espacio-tiempo provocada por la presencia de una estrella masiva, cuya influencia gravitatoria distorsiona el tejido del universo.
La superficie azul profundo del botijo evoca la inmensidad del cosmos, mientras que las líneas blancas trazan una red gravitatoria deformada, ilustrando cómo la materia influye en el espacio-tiempo.
En su centro, un sol vibrante de color amarillo se convierte en el epicentro de la distorsión, destacando el fenómeno de la lente gravitacional.
Las ecuaciones manuscritas sobre la superficie son las mismas que Einstein formuló para describir la interacción entre la gravedad y la geometría del universo.
En la imagen detallada, estas inscripciones emergen de las texturas cerámicas, invitando a una reflexión más profunda sobre la naturaleza del cosmos.
